Esta es una receta de muffins salados que queda genial para cualquier comida. El sabor es perfecto para tomarlos con un plato pequeño de pasta, o pizza. Recuerda sobre todo a mini-pizzas individuales 
La misma receta puede hacerse con otros quesos. Por ejemplo, con queso feta, pero el provolone es el que mejores resultados da.
¡Vamos al lío!
Ingredientes (para 6 unidades):
- 140 gramos de harina de trigo
- Una pizca de sal
- Una pizca de bicarbonato
- 10 gramos de levadura química
- 75 gramos de queso provolone
- 75 gramos de tomates (pueden ser cherry)
- 1 huevo mediano
- 3 cucharadas de aceite de girasol
- 125 mililitros de yogur natural no edulcorado (importante!)
- Una cucharada de orégano al gusto
Preparación
Empezaremos mezclando los ingredientes sólidos: la harina, levadura, sal y bicarbonato. Una vez estén todos bien mezclados y no hayan quedado pegotes (podemos también tamizarlas), mezclamos el orégano, que echaremos según sean nuestras preferencias. El orégano aporta bastante sabor, pero no es una especia excesivamente fuerte como la pimienta o la canela, así que aunque se nos vaya un poquito la mano no será muy grave.
Una vez está todo bien mezclado, vamos a cortar el provolone y los tomates en dados, de aproximadamente 0,5 a 1 cm de lado. Echamos los dados sobre la mezcla de harinas y mezclamos bien para que se empapen, lo cual va a hacer que no se hundan al fondo del muffin durante la cocción.
En otro recipiente, vamos a medir el yogur (el yogur natural de tarritos que se compra en cualquier supermercado es perfectamente válido, sólo que tendremos que batirlo ligeramente con la cuchara para licuarlo. MUY importante que no sea un yogur edulcorado) y echaremos encima el huevo, batiéndolo ligeramente. Vertemos las tres cucharadas de aceite y mezclamos todo.
En un molde de muffins, colocamos las cápsulas, y ponemos a precalentar el horno a 200 ºC.
Echamos los ingredientes líquidos sobre los sólidos, mezclando bien. Esta mezcla debe ser cuidadosa, siempre a mano, para que los ingredientes se liguen pero que la mezcla no quede por completo homogénea. Una vez están ligados (no se ven pegotes de harina sin mojar) echaremos la masa en las cápsulas y lo metemos al horno durante 20 minutos.
Decoración
La decoración de muffins salados es más complicada que de muffins dulces, ya que aquí no podemos usar azúcar ni glucosa que pegue algo a la superficie del muffin.
Por ejemplo, para estos muffins, podría hacerse una decoración con mermelada de tomate y trocitos de queso provolone.
Y aquí tenéis el resultado:
